Vinos sin Parker

Buenos días amantes del vino, durante los años en los que he podido progresar mi
paladar con la uva fermentada, hubiera agradecido que algún alma me dijera sin
tapujos que podía beber, como debía hacerlo y como adelantar esta carrera mia
con la experiencia que nunca tuve a lo hora de escoger un vino en el corte
inglés. Ahora que Paker se ha convertido un genio ilustrado al otorgar puntos
metáforicos a algún sabor a láctico o a algún olor uva pasa, voy a acercame a
aquellos que buscan algo más que un número y se quieren dejar llevar por una
impresión de tu a tu.Puntuar vinos es interesante, decir lo que piensas de
ellos satisfactorio... pero lo que te va a encantar, sin duda alguna, va a ser
probarlos!


domingo, 3 de agosto de 2014

Aquitania 2013. El vino del arcipreste

Aquitania 2013
Las llamadas cambian la vida, importantes como la que recibes y te hace perder un tren que luego se accidenta o la del médico para decirte que tu mujer y tu hijo están bien después del parto. Parecen llamadas, pero son otra cosa. Hoy pasó, remodelamos el plato y el vino; y nos vino a la memoria la fábula del Arcipreste, los cantares de gesta del libro del buen amor y el vino que bien pudo inspirar la obra que aún remueve desde los 1300. Bebamos de Cambados: en copa muestra un amarillo limón con fondos cristalinos donde lo transparente alterna con el vaho gélido en copa. En nariz requiere un letargo de 2 minutos hasta que se encuentra cómodo en temperatura para desnudar frutas tropicales como albaricoque o piña, con episodios notables de lichis, flores blancas y mezcla de frutos secos como almendra o avellana. En boca se aprovecha del tirón de la fruta del verso para recorrer sin aristas y con una dulce ligereza hasta el paso, donde amaga con esquivo el trago más duro y espeso para continuar con melosidad matizada con toques salinos y minerales que evocan en un postgusto más largo donde nunca se separó de la fruta de terrón, el mejor amigo de un blanco que desea coronar cien mil copas. Una vez más, Bodegas Aquitania elige a dedo la acidez que tantos buscan y que todos toleran; su franqueza es inmediata y su trago idílico para comidas grasas, copas de antemano o para acompañarte a escribir 1728 estrofas. Dicen que el libro pudo tardar en escribirse 13 años, si a mí una botella me duró 100 minutos, cuántas hubiera necesitado el clérigo? Por 8,90 €, mantienen el lazo que les une a las Rías aunque apuestan por vinos para disfrutar, porque para beber hay una lista interminable. Apuesto y firmo, Aquitania en sus propias lías.

sábado, 21 de junio de 2014

Finca Resalso 2011. Viñas, piedras y catas a ciegas

Finca Resalso 2011
El paisaje de mi sueño es árido, con piedras que envuelven líneas de viñas perfectas en la base y retorcidas a 80 cm del suelo; tan sólo se oye el viento acariciando los primeros brotes que solo ves a un palmo de la cepa. Hoy puede ser el primer día de una nueva añada, mientras la anterior existe ya en barrica francesa a la que da cobijo Pesquera del Duero. No es un sueño, bebemos de Emilio Moro. Probamos un joven con paso leve de 4 meses. Ya en copa muestra una capa media/alta con violáceos intensos mandando en el ribete y en la profundidad de sus lágrimas, no requiere la copa de zarandeos para inhundar sus pestañas de llanto lento y conmovedor. En nariz aromas secundarios que laten como si 4 meses fueran un error del reverso; tostados, cafés a quemarropa, fruta negra quemada con balsámicos que quedan a la intemperie en el último suspiro. En boca no evita la potencia en todo el paso, solo la entrada parece contonearse en lugar de enseñar pero en la batalla del trago es tánico donde la francesa en protagonista con tostados marcados, especies secas que dejan restos en la garganta para proponer una astringencia sensata. No recuerdo beso tan intenso de joven ribera, es una añada opuesta a la frescura que te convencerá de que la madera es íntima legítima del vino. Emilio Moro se recrea con un vino de Culto que hace retirar la venda en cualquier cata a ciegas. No se hizo para beber, representa un acto de fé, una idea antes de recoger la uva. Hoy un Ribera busca sabores que emigraron de la D.O. dejando un resultado ajustado: Madera:3 Fruta:2. Lo intercambian sobre 7,60 €, su presencia en la mesa impone respeto, el descorche no deja indiferente y los primeros tragos propondrán conversaciones interesantes. Si lo pruebas querrás más del bodeguero, esto es sólo el principio...

jueves, 1 de mayo de 2014

Tagonius Crianza 2007. M-50 a la derecha

Tagonius Crianza 2007
Las ciudades te sugieren cosas: Roma decir "te quiero", París pedir la mano y Madrid sentirte importante cuando te bajas en Atocha y buscas en El Retiro encontrarte a ti mismo. Así podrían seguir las cosas mil años pero no sólo las carreteras comarcales de La Mancha huelen a Tempranillo; surje una idea en Tielmes, la de colonizar bocas. Su crianza es un vino que parece haberse doctorado en aires franceses pero no empecemos por el final, todavía lo estamos abriendo... En copa dispone de colores opacos de capa alta, lágrimas con pestañas y ribete rojizo algo evolucionado. En nariz cajas de madera con fruta negra dejada al sol que reposa en un almacen que tambien exporta tabacos y especies nobles como la nuez moscada o la canela, los balsámicos están presentes aunque sometidos a la fruta intensa. En boca seduce su paso contemporáneo, con cremosidad y tempura caramelizada, donde a medio paso la boca se sincera con lo que olimos para colorear la barrica francesa de especies constantes; no es un vino de fruta por mayoría absoluta aunque su dosis compactada en tragos cortos, los hace densos y largos, dándole vida a cada gota y mandando en sabor por encima de la carne. Es un vino que se desmarca del aroma de otras D.O. , no te recuerda a lo que ya has probado, su sabor es una imitación inmejorable de lo que oliste, que perdura en la memoria del paladar dos días después de encontrar la botella vacia. Es muy recomendable para los que dedicais más de 7 minutos en el supermercado a elegir un vino, es el paseo triunfal de una Syrah en minoría y su precio de 12,80 € lo hacen domesticable si te ahorras el viaje a Paris para declararte. Si mañana compras comida recuerda, compra vino!

lunes, 14 de abril de 2014

La planta 2012. El tresillo de mi casa andaluza

La planta 2012
Todos somos de pueblo, y quién no lo es tiene una tía o un primo o un amigo de la infancia que al acabar el año escolar tenía un primo de tercer cruce que tenía  una casa en un pueblo donde el calor corre, y no más de un par de miles de habitantes. Al llegar a aquella casa centenaria, te encuentras a mano derecha una habitación con dos sofas antiguos y una mesa camilla, tú tenías poco más de 13 años y nunca entendiste para que servía una habitación sin tele, hoy SI. Hoy le das la vuelta a los números para vestir 31 y ya no notas el calor de la juventud sino la brisa que llena la habitación de los tresillos para respirar profundo y abrir otro caldo de ribera del duero mientras el periódico se congeló en la página 7. En copa muestra un oscuro rotundo de capa alta, su lágrima sanguínea vuelve lenta a un ribete rubí con amagos violáceos. En nariz promete tempranillo con fruta a punto de olvidarse de la juventud, con aromas balsámicos muy coloreados por el verde de las especies como pimienta blanca, o el negro y rojo de las bayas de zarza; en boca te seduce su cremosidad, todos los sabores que acentua son cárnicos, masticables y lejos de la anemia. Con fruta bien macerada pero más verde que en nariz, que invita a la fiesta de la dulce acidez, del matrimonio entre entre la tempranillo y el tostado del roble, a una astringencia encorsetada por un final largo y notable. La imparcialidad es una itopía cuando hablamos de Arzuaga, nos gusta cada racimo que tocan; para entender de lo que hablamos debéis probar toda la cadena de mando que empieza por este vino que crió 6 meses en barrica, es como si hubieran negociado con la uva un pacto de sucesión por el cual cada vino sería mejor que el anterior. Este estrujado merodea los 7,90 € y es la L vinícola para retos mayores en boca. Busca en los reversos de donde venden vino un punto rojo que situe en el mapa a Quintanilla de Onésimo, así de fácil...

viernes, 4 de abril de 2014

Castlet Rose 2012. Piruletas, piscinas y 15 años

Castlet Rosé 2012
No me parece necesario ocupar más lineas para realizar una nota de cata, el título debería bastar pero por si alomejor esperabas algo más, te dedico el esbozo de lo que fué mi reunión con un Italiano en el que 4 niñas son el recuerdo de un verano que ya pasó. En copa dibuja un rosado voluminoso, con rojos muy vivos, una piruleta desgastada por la gula de un niño. En nariz componentes frescos y feriales, fresas con algodón de azúcar y amapolas campestres con fondos húmedos. Todo se sincroniza para llegar a la boca en un suspiro, los segundos en copa pasan lentos, veamos si su conversación acompaña al estilismo. En boca propone una entrada sibilina, es ligero pero no en sabor sino en el trasiego del paso, ya que da la sensación de que la boca es el agujero de un barco donde por 11 mm caben mil litros. Su jovialidad y frescura duran hasta bien pronunciado el beso, donde el relevo de un picadillo de frutas recien arrancadas de la rama junto a cien flores que no cuajaron en flor; incuba un final más extenso, más largo con una acidez que es como la mentira de un niño: sin premeditación y en voz baja. No habla mucho pero lo que dice es interesante y los ácidos más cítricos que residen en el postgusto te recuerdan al primer baño de la temporada en la piscina de tu pueblo recién cumplidos los 15. De eso se trata parece, de que los vinos te lleven a un día para regresar a casa cuando la botella se acaba. Si perdiste el album de tu pubertad puedes intentar volver por 12,90 €, y tú que bebes vino hazte un planteamiento, pon un rosado en tu vida!

lunes, 31 de marzo de 2014

Viña Real Oro Reserva 2007. Gotas rojas de Laguardia

Viña Real Oro Reserva 2007
A veces me pasa que cuando empieza a llover pienso que llueve en todo el mundo; que si la viña que miro empapa sus brotes de primavera, todas la viñas se estarán mojando y que el cielo riega por igual a las cepas que hablan vasco, castellano antiguo o gallego de viejas aldeas. Pero cuando te relajas desde tu balcón de 2x2 y miras al fondo del retrato ves que tu impresión te engaña y que sólo llueve en un radio de 150 pasos a la redonda, es ahí cuando me pregunto: de qué color es la lluvia que riega Laguardia? Hoy tiñe las copas un riojano de la cosecha 2007; en copa muestra una capa alta de ribete rojo vivo que no entiende de reservas, con una lágrima constante. En nariz, lácticos de fresa, balsámicos, madera nueva tostada, cueros finos que envuelven frambuesas y moras con especies muy aromáticas como el clavo y tomillo. En boca dispone una entrada densa y jugosa donde se propaga la fruta que olimos, acompañan a la boca sabores suaves donde el roble francés retrocede para dejar a las vainillas que se alían con las que desafían el monopolio de la tempranillo para sazonar el trago, acompañar al plato y redondear a los sabores que se extraviaron. Es el legado de este reserva, reconducir a las uvas que se fugaron de la clase de "como evitar las aristas". Añoramos que la acidez alavesa nos acompañe más allá del postgusto, donde la fruta actuó contenida dentro de un tanino muy americano y bien vestido. Es un vino que nunca rompe el molde y como la lluvia fina, cuando te quieres dar cuenta la botella está vacia y estás completamente mojado por las gotas rojas de Laguardia que recoge Bodega Viña Real de la mano de Cune para conservar en una botella. Se cambia por 14,40 €, es otra apuesta segura de las que compensan una bodega, el eslabón que hace irrompible la cadena que une Rioja y el vino. Esto ya ha comenzado, a beber!

martes, 25 de marzo de 2014

Negre Armero i Adrover 2007. Compostura no, lo contrario

Negre 2007 Armero i Adrover
Hay dos cosas muy importantes a la hora de probar vinos, la imparcialidad de la boca a la que debemos acostumbrar a no acostumbrarse a nada y el raciocinio comparativo, si tuvierais una amigo con un husky siberiano que os intenta convencer de que es muy raro que su perro sea más grande que vuestro yorkshire pensariais que la demencia le llegó o el sentido común se le fué. Lo mismo pasa con los vinos, comprad lo que más os guste pero no compareis, ya que los vinos como las personas los hay mejores y peores pero todos merecen ser conocidos, repetir ya es otra historia. Hoy abrimos una botella que se nos olvidó y que el tiempo protegió. LLena la copa un color muy maduro, con un 30% de rojo, un 60% de negro y el resto de un rubí que rellena el ribete. Es prematuro en olores, te deja oler de la habitación de las esencias rodajas de fruta negra que dejaron macerar varios trasiegos, los chocolates que apuestan por la picaresca en lugar del azúcar, con especies más exóticas que las comunes. La habitación está cargada de aromas ,pero la puerta solo cede dos rendijas, para llegar entrecortados. En boca expresa lo que tiene, la Merlot en este caso es la que carga, la que propone fruta muy densa, paso estructurado y cacaos más redondeados por la francesa donde el final daría sabor de medio plazo sin aspavientos; pero aún queda el ingrediente autóctono para exigir un trago más serio, la Callet rompe el molde de lo idílico con una acidez justo antes del final, toques más verdosos de rama, eboca a madera más nueva; siendo el 80% del trago muy fácil y el resto un sazón de lo autóctono, de lo que se cría entre el Pla i LLevant y el Bodeguero Luis Armero. Son vinos que siempre salen movidos en la foto porque no saben quedarse quietos, por 6,50 € podéis ver como las uvas se relevan para hacer que la compostura exista, pero solo un rato. CÓMPRALO AQUÍ.

viernes, 21 de marzo de 2014

Raiolas D' Outono 2012. El racimo sin guión

Raiolas D'Outono 2012
El estrés, la polución de la gran ciudad, los niños llorando en el coche durante 20 minutos, cinco llamadas perdidas de tu mujer en el móvil, tu jefe pidiéndote explicaciones por sus errores... Y todavía te queda elegir el vino para el fin de semana. Te doy un respiro, sígueme. Hoy manda Rías Baixas, con Bodegas Aquitania como ahijado. Reposa en copa un blanco repleto de albariño, veamos que nos cuenta: En copa muestra un amarillo dorado con fondos cristalinos, si situas la mirada debajo de la copa ves como la capa que preside el ribete es de un amarillo cargado y digno de madera. En nariz primeros olores grasos de la albariño bien madurada, frutas golosas pero de entornos fríos, manzanas maduradas, helechos, algas marinas y sobre todo huele al mosto recién extraido de una uva muy bronceada. En boca es complejo, aceites sutiles donde la fruta tiene más importancia que en nariz; está repleto de espontaneidad, no quiere guión, va alternando los sabores que propone para ser divertido. Propone intensidad media/alta pero en el trasiego da una tregua a la boca para limpiar y arrastrar sabores, pero regresa de entre los vinos que visten al trago para estar por encima de las materias primas que dan sabor con vehemencia. Es un vino ambicioso por concepto, tiene lo mejor de la Autóctona gallega por definición y lo que todos le pedimos a un blanco: 1 segundo de frescura y 2 segundos de intensidad; un final que os recordará a una fruta tibia como el melocotón quemada con licor que hipnotizará el postgusto hasta que levanteis la copa de nuevo. Darle 2º más que a otros blancos para exprimir la sensación que propone. Su precio puede rondar los 3,60 €, y a día de hoy lo proponemos como mejor relación calidad-precio del mercado estrujado de las Baixas. No busque más, tu solución está en Cambados... Algunos eligieron hacer Marketing, ellos eligieron hacer vino. Raioles para el Domingo?

viernes, 14 de marzo de 2014

Milú 2011. Vinoteca o sí

Milú 2011
Lo importante que es saber elegir, donde estar el viernes 15 minutos antes de las 19,00 hrs, o delante de una balda del último pasillo de un centro comercial o en una vinoteca con fondos oscuros admirando el vino que adorna una esquina que nunca fué primicia. Cualquier otro o Milú, esa es la cuestión. Nos decántamos por un ribera y por una letra de fémina adolescente porque nuestro estado de ánimo exige dulzura. Y... oscuro, de capa alta como el estrujado del café, de ribete violáceo que es el pintalabios de una mujer que pasó de los 50 y sigue mirando con atrevimiento, lácticos como la mantequilla, flores que pierden los pétalos sazonadas con especies que no parecieron macerar más de una noche y un aliño aceitoso permite al aroma ser inciso aunque con una subida lenta en nariz. En boca, la fruta roja de mordisco nunca se separa del trago; con una entrada directa, con una explosión de untuosidad en la que no evolucionan las aristas. Es ahí donde recuerdo el contagio epidémico del trago fácil del que habla la gente, es una verdad con muchas capas, es la sinceridad del Duero y la aristocracia del Tanino ,que fué desgastado en otro caldo, los que hacen que parezca sencillo beber. Su final es frutal y sedoso, se nota que el tiempo en botella que reposó entre miradas, lo ayudaron a calmar su impetu y asentó las vainillas, los cacaos eran maduros provocando el óvalo en el postgusto, redondeando las barricas y enganchando a los que rompemos del uso dos abridores al año. Creo recordar que pagamos sobre 6,20 € por él y poco importaron sus 6 meses de Barrica, o si la sombra que tuvo al descansar 1 año en el estante medio de mi botellero estabilizó su promiscuidad de buscar copa, antes de las 12 campanadas lo miré, y con suerte sobraron dos medias copas para la tensión del Lunes. Yo solo me bebí casi los 3/4 de mil pisadas, del aire que corre por Burgos y vive en La Aguilera. Asi te lo cuento porque así pasó, sabes que nunca te miento!

lunes, 10 de marzo de 2014

Paco & Lola 2012. La fruta perdida

Me gusta leer, compartir ideas de la enología moderna, del político en curso o del local que traspasan en la calle Niceto; completar mis anotaciones con las impresiones de otros amantes a lo embotellado, y no fué distinto en este Rías Baixas donde los puntos blancos sobre negro himnotizan la mirada. Busqué opiniones en revistas, blogs y páginas especializadas en los que beben. Nadie la vió, pasó desapercibida entre la confusión y si alguien notó algo lo disimiló para no descarrilar entre la opinión del tumulto. El vino está abierto, esto es lo que pasó: En copa muestra un amarillo intenso donde ,sin aspavientos, merodea el verde; dorados cálidos de abajo hasta el ribete, que es el vértice de un metal precioso. En nariz, la primera oleada es de fruta tropical a las que amenazan los cítricos, con hinojo machacado y hojas verdes frescas pero como si hubieran sido estrujadas. Su olor no huele a las cosas, sino al jugo exprimido de estas mismas. En boca, la entrada es compacta aunque suave, durante el paso
la albariño me dió pistas, tuvo que rodear el vino cien veces mi boca para encontrarla. Su sabor tropical, que deja de serlo antes de poder adjudicarle un nombre, para darte sabores heterogeneos y de continuidad; sólo lo puedo comparar al paseo imaginario por la selva, donde se respira lo que pisas, donde la humedad da sazón a lo que muerdes y de un arbol que se esconde del camino nace la fruta perdida, que aún no ha sido encontrada, pero ya es el ingrediente secreto de un vino de Meaño, Pontevedra. Su intensidad, es la justa medida, para acompañar una mariscada o para un brindis previo a sentarse en la mesa. Envuelve, da cosas, sus sabores cambian y evolucionan en boca. Cuesta sobre unos 11,50 € y propone que sintáis la maduración natural de la fruta de 5 días, en los 10 segundos que aguantais el vino en boca. Además su albariño emula a una fruta que no existe. Tienes curiosidad?

martes, 4 de marzo de 2014

Torremorón 2009 Crianza. El vino y la sombra

Torremorón 2009 Crianza
En una casa cualquiera, imaginemos que la mía, existe un botellero de los de antes, de madera nutrida pero mordisqueado por el tiempo, de cuatro alturas y con botellas sobrepuestas donde ya no queda espacio; y en la esquina superior lleno de polvo leo "Del Duero", fue suficiente para soplar y situar en el mapa a Quintanamanvirgo, hijos de Ribera. Hemos preparado cena y aireado la tempranillo que tuvo relación con Tanino, primo hermano de la barrica mixta que lo acunó durante 12 meses. En copa capa media, con ribete carmín profundo de lágrima sensible; en nariz frutas rojas, cacaos, madera de primer y segundo año encuadernan ahumados y aliño de ligero especiado. En boca: entrada convincente y repentina, la tinta fina se desliza dentro del tobogan de la boca con sutileza y una pendiente de 45º, cayendo en el paso donde mantiene su prudencia dulcificando y limpiando la carne grasa; las frutas rojas como la cereza más prematuras que en nariz se acomodan con toques de mora para coronar a la tempranillo como reina del paladar, siendo importante entre el final y el postgusto con algún matiz mineral. Ligera acidez que maquilla la compostura y los modales de un caldo de trago moderno y versátil. Se hizo largo viniendo de menos a más en boca, empezando por la sombra y acabando por el vino. Su precio de entretiempo, sobre los 5,40 €, no admite discusión para asignarle un hueco en el rincón donde viven los botelleros, sobretodo para los que ensuciamos 2 copas al día. Es, posiblemente, la DO más creyente en la religión de la fruta madura y nos hacen creer a los demás; Bodegas Torremorón lee señalando con el dedo la biblia Del Duero para que nada cambie y sus vinos sean reconocibles para ciegos pero con boca.

martes, 25 de febrero de 2014

Santiago Ruiz 2012. Un mapa, una boda y el vino

Santiago Ruiz 2012
Todo se compra y se vende, sobretodo las buenas ideas; las empresas matan y pagan auténticas fortunas por buenos publicistas para que estos transmitan a la masa una sensación que a veces ni siquiera contiene realidad del producto final. Pero los nostálgicos siguen eligiendo momentos de un día común para hacerlos especiales, la Bodega Santiago elige ser única, no por una etiqueta si no por elegir el borrador de un mapa de una situación íntima para regalárselo al mundo. Y ahora, la botella está fría y con mi sacacorchos blanco de dos tiempos le doy vida a mi copa. Observamos un amarillo alimonado muy limpio, con reflejos cristalinos y verdosos. En nariz tendreis el segundo mejor momento de este vino: huele a 21 de marzo de 2014, cuando arranca la primavera y las flores miran a un cielo descapotado, peras en almibar, frutas blancas todas de azucar con un sazón herbáceo muy aromático; ya ha merecido la pena pagar su precio pero para los que quereis más... El desafío llega a la boca, con una entrada envolvente, algo grasa con un paso franco que recuerda a lo que olimos; la fruta le gana la batalla a la hoja que tambien estuvo presente, la primavera sigue en boca aunque más seca, no desperdicieis ningún trago ya que cada gota tiene su propia personalidad; y como el goloseo no lo es todo, a medio paso enseña la envoltura de Rías Baixas, con la albariño bien secundada por las autóctonas que le dan una acidez que sólo tienen los grandes blancos, el fin del paso y el principio del final ,hecho postgusto, os será familiar aunque con matices tan cambientes que os aportará mucho sabor final, con sabores muy distintos pero con un único empaque. Ahí reside el mejor momento de este blanco, darle mil sabores a cada trago sin que ninguno se quiera separar del vino. Todo empezó en O rosal, luego llegaría una invitación a una boda; y al final cuando os paseis una mañana entera cocinando un plato que exija el pago de un beso, siempre os quedará el destino de un mapa. No se hizo con esa intención pero hoy es un camino hacia el vino. Cuesta sobre 12,50 €, Ahora pensad lo que os costaría hacer un viaje para oler una viña, una denominación y una bodega. Sale a cuenta...

martes, 18 de febrero de 2014

Cuatro pasos 2011. La guarida y la uva

Cuatro pasos 2011
Siempre queda la duda si nos embriaga más un tanino bien integrado o una buena historia. Hoy, en algún lugar de León ,del cual no me puedo acordar, nace un vino que es protegido por el oso del Bierzo. Cuenta la hirtoria que 4 pisadas del mamífero fueron encontradas en uno de los viñedos más selectos del Bierzo; tal vez fueran solo unos pasos o quizás exista algo más, lo descubrimos? El vino ya está en copa, su capa es media/alta con un ribete repleto de morados que rinden cuentas ante la intensidad; mientras tanto el oso tumbado en el costado de la ladera siente la bajada de temperatura que avisa nocturnidad y en la altitud divisa una viña, un destino. Lo acercamos a la nariz para apreciar frutos del bosque, lácticos de fresa y ligeras notas tostadas de la propia fruta, es como si hubieramos horneado la fruta roja a 30º hasta tostar la primera capa de su piel; con paso firme pero intrigado decide acercarse, durante la noche queda envuelto por el entremezclado del frío y los brotes de la Mencía más sabrosa en boca, el desliz de poder ser visto queda minimizado por la magia de la viña que nutre la naturaleza con permiso de Martin Códax. Ya en boca, propone una entrada ligera, exprimiendo la juventud de la Mencía, el paso desilusiona a los que no querían sabor; altavoces de las bayas explotando justo antes de conocer garganta; la juventud ,que existió, quedó bajo la tutela de un sabor carísmático de esta uva que propone fruta para las bocas más incrédulas; el final limpia y deja huella, con ligeros toques de astringencia que son un recuerdo de su edad. Y cuando el sol amenaza y el oido del oso reconoce pasos lejanos, de una cepa octogenaria arranca un racimo y huye antes de ser visto, sin poder evitar en su carrera dejar 4 huellas, que son el prólogo de siguientes encuentros entre el oso y la viña, entre la guarida y la uva. Él eligió el Bierzo y a su hija natural en forma de uva, ahora te toca a ti por un coste que ronda los 6,90 € cerrar los ojos y sentirte el oso.